Síntomas de que debes emprender un negocio

Síntomas de que debes emprender un negocio

Síntomas de que debes emprender un negocio, créalo, persigue tus objetivos y haz todo lo posible por conseguirlo

 

Nadie está preparado al 100%, siempre podrás adquirir más conocimientos, más experiencia, podrás ahorrar más dinero. Nunca va a ser el momento perfecto, pero de eso tratan los retos y de eso van las grandes aventuras. De lanzarse, perseguir un objetivo y de hacer todo lo posible por conseguirlo.

 

Si tienes un porqué para vivir, siempre encontrarás el cómo, y tiene todo el sentido aplicado al emprendimiento. Debes preguntarte: ¿Cuál es tu valor? ¿Qué quieres conseguir? Y construir tu proyecto en torno a las respuestas.

 

¿Has pensado en emprender tu negocio? Dirigirlo y ser tu propio jefe puede sonar muy bien, pero, debes considerar que requiere de mucho trabajo por delante.

 

Es fácil que te sientas listo para emprender mucho antes de que realmente lo estés y es igualmente sencillo dejar que el miedo te detenga y decidas irte por la opción cómoda de buscar un empleo en el que trabajes para alguien más.

 

  • Si buscas algo estable con ingresos asegurados, quieres una vida tranquila y que tus ahorros estén seguros siempre, entonces tienes resuelta la duda de buscar trabajo o emprender, y lo que debes hacer es encontrar un empleo.
  • Si te sientes capaz de emprender un negocio, buscar trabajo te pondrá ansioso y algunas situaciones en tu empleo te resultarán frustrantes.

 

Muchos debaten si los emprendedores nacen o se hacen, pero existen algunas señales de que tal vez sea momento de arrancar tu propio negocio.

 

Estas podrían 7 síntomas de que debes emprender un negocio: 

 

Quieres ser tu propio jefe

Puede ser que seas un fanático del control o simplemente no te gusta que te ordenen y has determinado que siempre has querido ser el que mande. ¿Eres lo suficientemente hábil como para ser tu propio jefe? Estar en el negocio requiere autodisciplina, y si ya administras bien el tiempo por tu cuenta, estás mucho más cerca de estar listo que si dependes de otros para motivarte.

 

Estás en tu trabajo y se te ocurren ideas

Los emprendedores nunca dejan de meditar y pensar en nuevas ideas. Esto puede ser tanto positivo, como negativo. Si eres de esas personas que siempre están buscando soluciones a problemas de un mercado o siempre tienes ideas innovadoras de cómo aportar valor con tus servicios, entonces tal vez sea hora de hacer algo para poner a tu mente a trabajar en emprender un negocio.

 

Conoces tus debilidades y fortalezas

Una de las cosas que más cuesta aprender en la vida es a entendernos a nosotros mismos con nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros miedos y nuestro mal humor. Debes aprender a ser productivo y eficiente, vivir concentrado y huir de las distracciones. Diseña tu día de tal forma que aproveches cada minuto, para que cuando acabe tengas la satisfacción de un trabajo ordenado y bien hecho.

 

Te diste cuenta de una necesidad no resuelta

Si sientes un fuerte deseo de ayudar a otros al proporcionar un producto o servicio, considéralo como una señal reveladora de que estás preparado para comenzar un negocio. Este anhelo de resolver una necesidad no resuelta y al mismo tiempo ayudar a otros a mejorar sus vidas, puede mantenerte activo durante las altas y bajas de la operación. Con los años descubrirás que muchas empresas comienzan con un profundo deseo por ayudar y proporcionar una solución a uno o varios problemas. Eso sí, antes de dejar tu trabajo diario para comenzar una nueva compañía, asegúrate de que tu producto o servicio tiene un mercado.

 

Has juntado algo de dinero que te permite emprender

Si bien hay negocios en los que puedes comenzar con muy poco capital, lo cierto es que debes considerar que todo emprendimiento requiere dinero para montar su operación, ya que toma un poco de tiempo tener éxito. Si cuentas con algo de efectivo ahorrado o tienes otra forma de acceder al dinero que necesitas mientras tu empresa crece, estás más preparado que alguien que se encuentra profundamente endeudado y contando cada peso.

 

No tienes miedo a intentarlo 

Tener miedo al fracaso puede paralizar a cualquiera que quiera empezar su propio negocio. Todos han sentido eso hasta cierto punto, pero si no puedes enfrentarlo, no estás listo para comenzar un nuevo negocio. De la misma manera muchas personas también temen al éxito. El triunfo de un negocio trae mayores expectativas, más trabajo y más visibilidad; si no estás listo para lidiar con estas cosas, no estás preparado para iniciar.

 

Eres consciente de los riesgos de tener una startup

¿Sabes que el mercado puede fallar? ¿O que el dinero se puede acabar? ¿Y si tu producto se puede quedar obsoleto? ¿Qué pasa si tu competencia es más rápida y se adelanta? Todas estas preguntas debes hacértelas antes de lanzarte al vacío y estar preparado a lo que pueda llegar en el futuro. No es ser negativo, es ponerse en las peores situaciones para crear estrategias de emergencia y superarlas con creces.

 

A pesar de que todo lo puedes tener claro, ser tu propio jefe, manejar equipos, tomar decisiones y trascender. No solo estás montando un negocio, estás eligiendo un modo de vida con sus ventajas y sus inconvenientes. El mundo está hecho para los valientes, cada vez más.

 

Al final, se trata de saber si algo te apasiona lo suficiente como para superar las dificultades.